Rechaza
deuda excesiva; ha sido bien manejada, asegura La Secretaría de Hacienda y Crédito Público; ¿Quién
miente aquí?
México
está por debajo de situaciones de riesgo, afirma el subsecretario de Hacienda
Felipe
Gazcón
CIUDAD
DE MÉXICO, 14 de noviembre.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
rechazó que el gobierno federal herede al próximo Presidente una deuda
excesiva, como acusó el senador del PRI David Penchyna.
El
subsecretario de la dependencia federal, Gerardo Rodríguez Regordosa, afirmó
que la deuda del país se ha manejado de manera responsable durante los últimos
15 años, después de la crisis de 1994-1995.
Este
diario informó ayer que Penchyna alertó
que México tiene una deuda por encima de lo recomendado por el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
En
entrevista con Excélsior, Rodríguez Regordosa señaló que “claramente en México
la deuda está por debajo de esos niveles; pero muy importante: la deuda está contratada
a plazos muy largos”.
Expuso
que el nivel absoluto de la deuda pública, medido por la deuda del gobierno
federal, está “arribita” del 25% del PIB. “Está muy por debajo de las cifras
comparables de otros países. El promedio de economías desarrolladas de la OCDE
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está en niveles
más bien cercanos a 100% (del PIB)”.
“Deuda,
debajo del estándar mundial” Gerardo Rodríguez Regordosa, subsecretario de
Hacienda
Admite
que la deuda federal sí creció, pero corrige al senador penchyna, al ubicarla
en 26% del pib, y no en 42%, como asegura el priista. Atribuye el alza a la reforma
del ISSSTE y otros gastos.
Gerardo
Rodríguez Regordosa, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, rechazó que
el actual gobierno haya endeudado al país de forma irresponsable, como lo
señaló ayer el senador priista David Penchyna.
Explicó
que la deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB) sí ha tenido un
ligero incremento debido a la reforma del ISSSTE, así como por el gasto en el
estímulo fiscal del gobierno, que llevaron el endeudamiento del gobierno
federal de 18.4 puntos del PIB en 2006 a 26% del PIB actual.
Pero
“quitando el incremento por la deuda del ISSSTE y la resultante del estímulo
contracíclico, hubiéramos tenido un nivel de endeudamiento relativamente
estable como porcentaje de la economía; yo creo que la deuda ha destacado más
bien por el buen manejo de los últimos 15 años, después de la crisis de 1994 y
1995”, respondió.
“Y
la deuda ampliada, que hoy es 35.77% del PIB, en 2006 estaba en 29.09 puntos
del PIB. El saldo de la deuda es aprobada por el Congreso y es baja, ya que ha
sido bien manejada y bien gestionada”, precisó Rodríguez Regordosa.
Respondió
que para el cierre del año se estima que la deuda cerrará por el mismo nivel
que tiene actualmente.
“La
historia de la deuda pública en México en los últimos 15 años, sobre todo
después del problema de 1994 y 1995, es una gran historia de éxito. Pasamos de
no tener siquiera acceso a financiamiento en los mercados a desarrollar un menú
muy amplio; para que el gobierno pudiera financiarse en distintos plazos y
monedas, además con costos históricamente bajos”, abundó.
El
nivel absoluto de la deuda pública medido por la deuda del gobierno federal,
arribita de 25 por ciento del PIB, “está muy por debajo de las cifras
comparables de otros países. El promedio de economías desarrolladas de la OCDE
está en niveles cercanos a 100% (del PIB).
“Son
cifras sí de preocupación las de algunos países como Japón, con niveles
cercanos a 200 por ciento del PIB; ahí sí las finanzas públicas están en una
trayectoria insostenible.
“Aquí
en México se ha anclado la posibilidad de crecimiento de la deuda con la
aprobación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en
2006, que obliga a un presupuesto balanceado”, precisó.
“Aun
si uno incrementara el saldo para incorporar todos los componentes fuera de
balance que tiene, tanto la deuda del IPAB, como la deuda asociada al rescate
carretero, la de las entidades públicas, los Pidiregas, etcétera, llegamos
apenas a 35 o 36 puntos del PIB, considerando los componentes no
presupuestarios. Y sólo en la parte del gobierno federal estamos en 25 o 26 puntos
del PIB. Esta deuda sigue siendo muy por debajo de los estándares
internacionales.”
“Disminuyó
el costo financiero”
Al
preguntársele sobre la afirmación del priista David Penchyna, quien estima que
la deuda total, incluida la de organismos bajo control directo presupuestario,
representa 42.3% del PIB, respondió que esto estaría incorporado en el saldo
histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, y la cifra
oficial de deuda ampliada es de 35.77 por ciento del PIB.
Rodríguez
Regordosa explicó que el Fondo Monetario Internacional ha hecho algunos
ejercicios de sostenibilidad de deuda en 2011 y 2012 y apunta que hay que tener
cuidado cuando la deuda de economías emergentes está por arriba de 60% del PIB,
llegando inclusive a cifras de 77% del PIB, y hay que tener cuidado en que la
deuda no se ponga en una trayectoria insostenible.
“Claramente
en México la deuda está por debajo de esos niveles, pero muy importante: la
deuda está contratada a plazos muy largos. El plazo promedio de la deuda
interna está a 7.5 años, muy por encima de 6.5 o siete años, que es el promedio
de la OCDE, y muy por encima de donde estaba en el año 2000, que era de 1.5
años”, abundó.
“Pero
también la deuda está contratada en términos muy convenientes desde el punto de
vista de costo. Hemos visto una disminución muy importante en el costo
financiero de la deuda pública. El porcentaje de presupuesto que se destina a
pagar los intereses de la deuda más o menos se ha reducido a la mitad; de estar
en 16% en 2000 estamos alrededor de 7.5% , lo cual quiere decir que hoy se
consume la mitad de todo el presupuesto que se destinaba a pagar la deuda, lo
cual nos ha permitido liberar recursos para destinarlos a otros programas
prioritarios.”
Precisó
que la deuda sí se ha incrementado en los últimos años por dos conceptos. Uno
es por la reforma al régimen de pensiones de la población afiliada al ISSSTE,
que implicó el reconocimiento, por una sola vez, de todos los pasivos
pensionarios devengados por 2.4 puntos del PIB que se sumaron al saldo de la
deuda del gobierno y también por el estímulo contracíclico que aprobó el
Congreso para el Presupuesto 2010 que ha venido disminuyendo desde 0.7% del PIB
y estamos en 0.4, con la estrategia de mediano plazo, para que en 2013 ese déficit
contracíclico llegue a cero.
“Hoy
la deuda pública en México es un elemento más bien de fortaleza en las finanzas
públicas y de la política económica, más que un elemento de vulnerabilidad,
como lo fue a lo largo de muchos años, sobre todo en los ochenta, que nos
llevaron a reestructuras y negociaciones, que concluyeron con el Plan Brady, a
finales de los 80”, resaltó.
Por
otro lado dijo que la deuda de los estados en general no es un problema ya que
representa 2.7% del PIB, salvo en algunos que abusaron y cometieron actos
ilegales para elevar la deuda de manera muy acelerada, en donde hay
funcionarios estatales prófugos de la justicia, y que algunos funcionarios
federales, que coadyuvaron en estas acciones, ya están presos.
Rodríguez
Regordosa recomendó que para los próximos años, “lo sano y saludable será
mantener la deuda en niveles sostenibles y que no se dispare como porcentaje
del PIB.
“De
la deuda total del país, 80% son pasivos internos y 20% es deuda externa. Y de
la deuda foránea, 80% está contratada en dólares y 20% en otras monedas”,
precisó.
Con
el agua al cuello
A
partir del 17 de agosto pasado, este diario publicó una serie de reportajes que
daban cuenta del nivel de las deudas en estados y municipios:
Las
crisis financieras municipales empujan a los gobiernos locales a cerrar
oficinas de manera temporal, otorgar vacaciones obligatorias a burócratas,
dejar de pagar servicios como agua o luz y hasta a vender edificios.
Es
el caso del municipio de Mulegé, Baja California Sur, donde su alcalde,
Guillermo Santillán Meza, puso a la venta el edificio donde se encontraban las
oficinas de la Aduana, Migración y el Juzgado Mixto, en Santa Rosalía, cabecera
del municipio.
El
ayuntamiento espera obtener 6.5 millones de pesos para pagar salarios a los mil
500 empleados que tiene. Santillán Meza explicó que Mulegé tiene una deuda de
157 millones de pesos.
La
deuda de los cinco ayuntamientos de Baja California Sur (Mulegé, Loreto,
Comondú, La Paz y Los Cabos) con instituciones públicas, bancos, proveedores y
ex trabajadores supera mil 500 millones de pesos.
En
Erongarícuaro, Michoacán, se cerraron las oficinas entre el 16 y el 31 de julio
de 2012 por falta de recursos.
Asimismo,
las oficinas de Yuriria, Guanajuato, no han cerrado porque el gobierno estatal
les ofreció 700 mil pesos para cubrir la nómina. Tuvo que despedir a 100 empleados
para afrontar la crisis.
En
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la falta de dinero para comprar combustible obligó a
disminuir las horas de los patrullajes policiacos. El 26 de junio, la ciudad se
quedó sin efectivos policiacos.
Periódico Excélsior
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