El Verde reitera durante las
mesas de trabajo su intención de evitar el maltrato hacia los toros en las
corridas
Guanajuato. Gto.- ¿Podrías estar
de acuerdo con una fiesta brava que no conlleve violencia y tortura al toro de
lidia? Bajo esta premisa, el diputado del Grupo Parlamentario del Partido Verde
de México (GPPVEM), Jorge Arena, inauguraba en la mañana del miércoles las mesas
técnicas para el estudio y análisis de la iniciativa formulada por la bancada,
a efecto de reformar la Ley para la Protección de los Animales Domésticos en el
Estado de Guanajuato, relativa a evitar el maltrato hacia los toros en las
corridas.
En las mesas además de los
diputados Jorge Arena, Érika Lorena Arroyo Bello, Daniel Campos Lango,
Francisco Flores Solano y Francisco Arreola Sánchez, participaron diversos
personajes vinculados al mundo de la tauromaquia. Siendo el encargado de romper
el hielo el matador de toros Diego Silveti del Bosque, quien defendió
apasionadamente la idea de que el “el toreo es un arte de artes, que supone una
importante derrama económica y fuente de trabajo para toreros, ganaderos,
empresarios, así como otras persona que indirectamente también viven por y para
eso”. Idea que fue repetida a lo largo de la mañana por el presidente del
Centro Taurino de León, Manuel Rubio Córdoba; el empresario y aficionado
taurino José Luis Quezada Morán; y el ganadero de toros de lidia Ricardo Gordoa
Peña, quienes sin embargo no supieron responder a las preguntas del Verde sobre
la violencia, tortura y daño al que está expuesto el animal.
“¿Qué sientes al mirar al toro a
los ojos justo antes de entrar a matar?”, fue la pregunta de la fracción Verde
que suscitó las respuestas más polémicas. “El toro bravo no es un animal
doméstico. En la plaza se le da una muerte digna, honorable y justa conforme a
su raza”, fue la defensa que los taurómacos utilizaron para explicar cómo
gracias a su labor pervive una raza que de no ser así estaría en peligro de
extinción. “Nadie tiene el placer de dañar al toro simplemente por el hecho de
hacerle daño. Hay que ver el lado amable de la fiesta, no existe tanta
crueldad”, declaró uno de los aficionados a la cuestión de si los toros
realmente no sufren en la plaza. “No lo sé si sufre el toro bravo o no. No soy
toro. Pero es un animal no doméstico que embiste y se crece al castigo”,
concluyó otro de los simpatizantes de la fiesta brava.
Por su parte, el diputado local
leonés Jorge Arena, reiteró que insistirán en evitar la muerte del toro durante
las corridas, pero se mantendrán a la espera de las fichas técnicas que le
permitan seguir de cerca este asunto, mientras aguardan las próximas mesas para
conocer de cerca las percepciones de otras personas vinculadas a este
espectáculo.
De esta manera, el Verde espera
nuevos y mejores argumentos y respuestas, pues hasta ahora todos se han apoyado
siempre en los mismos supuestos y falsas creencias de que un animal expuesto a
tal tortura no siente dolor alguno, hecho que va totalmente en contra de la
protección de los animales que tanto defiende el PVEM.
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